SOS para Santiago Rodríguez
Entre Covid-19 y la carrera política de cara al 5 de julio provocan que muchos temas queden relegados. Para esa labor de desplazamiento no importa cuán vital sea el contendido minimizado.
Acaba de pasar el Día Mundial del Medio Ambiente. Y no es que el medioambiental sea tema de un día. Pero si de importancia se trata, la atención al mismo debiera ser transversal a toda actividad humana.
En Santiago Rodríguez, otrora madre de aguas, continúa un acelerado proceso de deterioro de los recursos naturales.
Con solo consultar a quienes han vivido un poco más, nos encontraremos con la nostalgia que les produce expresarse sobre lugares como el Salto de Yaguajay y sobre varias decenas de fuentes acuíferas que realmente justificaban que a nuestra provincia se le considerara “madre de aguas”.
Da la impresión de que, al escuchar sobre el ambiente, a mucha gente solo le llega a su cerebro ese “pasarla bien”, de cuando se está “en ambiente”. También parece que escuchar sobre biodiversidad solo genera algunas imágenes vinculadas a “los montes”.
¿Acaso no es suficiente con reparar en que abastecemos de agua a gran parte de la región, pero sufrimos por escasez del preciado líquido? ¿Qué lectura le damos al hecho de que Monción, a orillas de la presa, sufre precariedad por agua potable? ¿Olvidamos que cuando se amplió el acueducto de Sabaneta descubrimos que el río no alcanzaba para suplirlo? Además de seguir clamando por ayuda para la ganadería cada vez que tenemos sequía cíclica, ¿hay algún otro plan para superar la situación? ¿En qué estamos con la Presa de Boca de los Ríos?
Hasta donde se ha dado conocer, ninguna de las autoridades municipales tiene planes concretos para mejorar el medio ambiente en ninguno de los tres municipios. Hasta donde ha trascendido, ninguno de los aspirantes a cargos congresuales ha socializado un planteamiento serio de cara a afrontar la degradación del medio ambiente que lleva a languidecer a Santiago Rodríguez.
Mientras pasa el Día Mundial del Medio Ambiente, mientras aprendemos que somos un simple eslabón de la biodiversidad, mientras alguien atine a entender que simplemente se trata de vida, sueño con un mejor entorno y con mejores oportunidades para nuestra hermosa, acogedora y pacífica provincia.
Sueño con ganaderos y apicultores entendiéndose y colaborando los unos con los otros para obtener mejores beneficios con sus esfuerzos. Sueño con autoridades locales que lideren procesos para el desarrollo endógeno. Sueño con alianzas internas y externas para provocar real avance en Santiago Rodríguez. Sueño con aspirantes políticos que de verdad se comprometan con algo más que sus beneficios. Sueño con un territorio unido y próspero, donde las personas vivan dignamente, con equidad e igualdad de oportunidades, con justicia social. Sueño con una provincia donde se participe de manera activa, gestionando y aprovechando sus recursos para desarrollarse de forma innovadora, sostenible y territorialmente equilibrada para competir y garantizar felicidad.
Ante mi planteamiento, se me ocurren tres salidas: Una muy perversa, de quienes me dirían “sueña, Pilarín”. Otra semejante, mostrándose “ciegos, sordos y mudos”. Y una tercera, virtuosa, demostrando real interés por el entorno en que habremos de seguir construyendo la historia en una provincia que, a sus siete décadas, debería contar con mejores condiciones y perspectivas para vivir dignamente.
Por eso pido, fervientemente, un SOS para Santiago Rodríguez.