El valor de los mensajes
Aunque hace más de ciento cincuenta años que se ha planteado el tema, todavía hay serias limitaciones para entender que los mensajes tienen valor de cambio, de uso y hasta de signo.
Para ponerlo en términos bien sencillos, cuando alguien ofrece información a cambio de algo, desde pago hasta simple chantaje, sencillamente opera a la luz del valor de cambio. Cuando se toma en cuenta la fuente o cuando poseer determinada información nos da cierto estatus o posición privilegiada, se trata del valor de signo.
Y cuando contamos con información que nos ayuda, por ejemplo, a tomar mejores decisiones o a aplicar cierto conocimiento sobre situaciones que necesitamos gestionar, entonces estamos ante el valor de uso de esos mensajes.
A juzgar por las tendencias y los temas que suelen ser “pan nuestro de cada día”, alguna fuerza muy grande está impidiendo que encontremos una “varita” que nos ayude a determinar el valor que damos a los mensajes que recibimos y emitimos.