¿Te montas o te quedas?
Por Néstor Estévez.
El mundo sigue cambiando. Así ha ocurrido siempre. Pero ahora lo está haciendo a velocidades sin precedentes.
Que la principal empresa de transporte de pasajeros del mundo no tenga un solo vehículo, o que la principal suplidora de alojamiento no cuente con una sola habitación, eran situaciones muy difíciles de imaginar hace poco más de una década.
En el ámbito de la comunicación vivimos notabilísimos cambios. Lo que hace unas tres décadas apareció como valiosa innovación porque nos permitía comunicarnos a cualquier parte del mundo mediante una simple llamada, el teléfono celular, hoy cuenta con un sistema operativo que permite descargar y ejecutar una amplia diversidad de aplicaciones.
Desde herramientas como asistentes personales o de negocios hasta software para manejar libreta de direcciones o algún tipo de gestor de contactos, pasando por crear y editar documentos, realizar y editar fotos y videos, uso del geoposicionamiento satelital, reproducción de música digital o videos, así como conexiones con soporte Wi-Fi, Bluetooth o con rayos infrarrojos, son facilidades en manos de personas que ni siquiera tienen idea de lo que esa tecnología permite.
Pero hay algo más. Un simple teléfono multifuncional convierte a la persona que lo maneja en consumidora y productora de mensajes multimediales.
Volvamos un poco atrás. Ya para 1972, Marshall McLuhan y Barrington Nevitt planteaban que con la tecnología electrónica el consumidor podría llegar a ser un productor al mismo tiempo. De ahí que los estudiosos se refieran al “prosumer”, para designar a quien produce y consume contenidos.
En su libro La tercera ola (de 1980), el futurólogo Alvin Toffler acuñó el término “prosumidor”, cuando hizo predicciones sobre los roles de los productores y los consumidores, aunque ya se había referido al tema desde 1970 en otro libro.
Ellos alcanzaron a verlo. Pero la mayoría de los seres humanos hemos recibido con gran sorpresa los cambios que caracterizan la sociedad actual. Y eso podría explicar el comportamiento de mucha gente.
En esta etapa, en esta tercera ola, todavía nos encontramos entidades gubernamentales, funcionarios, instituciones, empresas, organizaciones y hasta algunos mal llamados líderes manejándose (comunicacionalmente hablando) como si todavía viviéramos en los 70s del siglo pasado.
Quizás estén a tiempo para revisar. Mientras, recordemos que algo continúa siendo muy cierto: Si seguimos haciendo lo mismo y de la misma manera, es muy difícil obtener resultados diferentes. ¿Te montas o te quedas?